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La Asociación Colombiana de Universidades se suma a los que piensan que la forma como el Ministerio de Educación Nacional ha orientado el diseño y construcción del Plan Decenal de Educación 2016-2026 (que ya lleva un año de retraso) no responde eficazmente ni a los adecuados mecanismos de participación, ni a la problemática de fondo de lo que debe abordar un documento de esta naturaleza. 
Cuestiona el alcance de los principios sugeridos por el grupo de expertos, relacionados, entre otros aspectos, con el derecho a la educación y la autonomía, e invita a replantear la manera como están planteados.
El siguiente es el texto de la comunicación dirigida a Martha Castellanos, Gerente del Plan Nacional Decenal de Educación 2016-2026:
Valoramos el importante esfuerzo que ha realizado el Ministerio de Educación Nacional y la Gerencia para la construcción del Plan Nacional Decenal de Educación 2016-2026. La discusión de un tema tan complejo como lo es pensar y definir las prioridades para la educación en Colombia a 10 años en un plan indicativo para los próximos gobiernos y para la sociedad, implica acuerdos nacionales en un contexto plural, diverso en el cual nos une el propósito de mejorar la educación en Colombia y con ello conseguir una sociedad justa, pacífica, equitativa y próspera. 
Ascún ha participado en la construcción del Plan como integrante de la Comisión Gestora desde la etapa de definición metodológica, en la realización de foros para el análisis de grandes problemas de la educación; en la participación en las mesas de trabajo (a excepción de las últimas dos mesas) y en el seguimiento de la información que se nos envía por parte de la Gerencia del Plan. A su vez, el actual presidente de la Asociación, doctor Adolfo León Atehortúa, ha hecho parte de la Comisión Académica. 

Este compromiso nos lleva a proponer una serie de puntos que, consideramos, contribuirán al buen desarrollo del Plan, los cuales se han discutido en mesas de trabajo y en el Consejo Directivo de la Asociación:
- Es conveniente insistir en un marco de referencia apoyado con datos sobre la situación actual de la educación en el país, que identifique problemas fundamentales, de mayor sustento a los desafíos de los próximos 10 años y a los lineamientos que se proponen a manera de indicativo para los próximos gobiernos y para la sociedad.
- El trabajo desarrollado por la Comisión Académica es muy importante y pone de presente puntos neurálgicos para la educación en Colombia; por ello, sugerimos que antes de continuar con las mesas de trabajo en las cuales se solicita a quienes asisten la formulación de nuevos lineamientos, se propicie con la participación de todos o de la mayoría de los integrantes de la Comisión Gestora, el análisis de los fundamentos y del marco contextual del documento de la Comisión Académica y se aclare por parte del MEN si aún existe posibilidad de aportar a este documento o si este tiene un carácter final e incuestionable. 

Avanzar en sumar nuevos lineamientos estratégicos cuando aún no ha finalizado la discusión sobre aquellos presentados por la Comisión Académica, podría generar reprocesos desafortunados que se pueden evitar. El Acuerdo por lo Superior 2034, construido con amplia participación y orientado por el CESU, es un aporte que se ha referenciado como insumo, pero agradecemos se haga explícito cuáles aspectos de esta propuesta se incorporarán en el Plan o se han incorporado en sus lineamientos. 

- Consideramos de gran importancia hacer explícita la perspectiva de la Comisión Académica sobre el primer desafío: “Regular y precisar el alcance del derecho a la educación”. Dadas las implicaciones de este presupuesto en la concepción y orientación del Plan es oportuno ampliar el contexto en el cual se propone el alcance y reconocimiento del derecho como un desafío estratégico y el por qué no se reconoce como el principio orientador del Plan. Para ello, y antes de formular lineamientos para este desafío, es conveniente estudiar con detalle el marco jurídico y normativo (Constitución Política de Colombia, Ley 115, Ley 30, Ley 749, Ley 1188), así como el alcance de una ley estatutaria para la educación, enmarcada en la realidad del país, de tal manera que este Plan no genere expectativas que podrían lesionar la confianza social en este ejercicio. 

En este mismo desafío la Comisión Académica plantea garantizar “la autonomía de las instituciones educativas”, lo cual amerita delimitar su alcance, y ampliar a qué autonomía está haciendo referencia (académica, presupuestal, administrativa). Es muy importante que analicemos conjuntamente esta propuesta frente al ámbito de la autonomía universitaria, actualmente consagrado en la Constitución. 

- En cuanto al tiempo que resta para las mesas de trabajo, y los desarrollos de las últimas mesas en los que ya hay un listado amplio de lineamientos, es preciso que las organizaciones tengan el tiempo para compartir con sus representados los informes que se producen en cada reunión, analizarlos y sentar una posición que sea la que lleve la persona que las representa, y para estudiar en el conjunto de la Comisión Gestora la coherencia, pertinencia y viabilidad de los aportes para cada lineamiento frente al conjunto del Plan. Consideramos que el carácter indicativo del Plan requiere reconocer prioridades y señalar aquellos desafíos que deberían abordarse, por ejemplo, por el siguiente Gobierno. Este análisis de prioridad podría ser una de las importantes tareas de la Comisión Gestora.
- Por la importancia que se ha otorgado a la Comisión Gestora como el organismo que va a hacer seguimiento al Plan, es conveniente que se converse y se acuerde el mecanismo de funcionamiento, y precisar su papel en la realización de la Asamblea Nacional como un gran espacio que propicie un gran acuerdo nacional, expectativa que se ha manejado desde el inicio de la construcción del plan. 

Esperamos que estas consideraciones y propuestas aporten a tomar las mejores decisiones para fortalecer el proceso y para darle al Plan Nacional Decenal de Educación la fuerza y la legitimidad que requiere como instrumento orientador de políticas de Estado. 

La Asociación Colombiana de Universidades siempre está abierta a la reflexión y el debate académico. Estamos dispuestos a seguir conversando sobre estos asuntos y, si así se requiere, profundizar en ellos con encuentros presenciales.
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