

Y le están cayendo críticas, no solo por el alto monto económico, sino también porque algunos consideran que lo que sucede es lo contratrio, y es que se está privatizando a la universidad pública.
La situación surgió tras una nota que realizó a Navas el diario El Espectador, denominada, “Los Andes, ¿la universidad pública más costosa del país?”, en la que Navas aclara que “la alta calidad tiene un precio superior… y que ... Si no fuera así, no serían la mejor universidad”, para justificar sus valores de matrícula y la inversión del Estado.
Por su parte, el rector de la Universidad Nacional, Ignacio Mantilla (foto derecha), señaló, a través de un mensaje Twitter, que la idea del rector de Uniandes “parte de una afirmación falsa. ¡Hay quienes pueden elegir lo más costoso, pero no lo mejor!”, en explícita referencia a que su Universidad es mejor y más económica que Los Andes.
Gabriela Delgado, Directora Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional de Colombia, señala que el rector de Los Andes, “confunde lo público con lo administrativo de cualquier IES: mérito, gobernanza e inversión, y que Ser Pilo Paga es muy caro”.
A propósito de lo público, Moisés Wasserman, ex rector de la Nacional, se pregunta más bien por cuál es la definición de universidad pública.
Y una crítica muy fuerte la lanza Julián de Zuburía, quien dice que “creer que la Universidad de Los Andes está volviendo pública porque recibe 49 mil millones del Estado es tan absurdo como creer que los terratenientes se volverán campesinos al recibir subsidios de Agro Ingreso Seguro. Es exactamente lo contrario: al transferirse los dineros del Estado a la U. de Los Andes y otras universidades de élite, se está privatizando disimuladamente a la Universidad pública. Le están quitando los recursos y algunos de los mejores alumnos a la Universidad pública. Estamos perdiendo una oportunidad de oro para fortalecer la educación pública y para crear nuevas universidades públicas regionales”.
Para Carlos Alberto Garzón, vicerrector de la Universidad Nacional dice que “lo bueno de que los pilos vayan a Los Andes es que los de Los Andes conozcan el otro país que, en su gran mayoría, se han negado a reconocer”.
A su vez, para el analista Eduardo Sarmiento, también en el diario El Espectador, “el programa Ser Pilo Paga les significa un cuantioso subsidio a las universidades privadas de alta reputación, que reciben sumas muy superiores a los costos de formación. Así, los estudiantes de altos ingresos y mayor capacidad cognoscitiva se concentran en universidades privadas, que a su turno disponen de mejores medios para prestarles el servicio. Como estos estudiantes por razones históricas obtienen mayores puntajes, el desempeño de las universidades privadas sube en relación con el promedio. La mayor eficiencia se consigue a cambio de inequidad”.
Vale recordar, como menciona El Espectador, que tres años después de ponerse en marcha Ser Pilo Paga, sólo el 15,6 % de los beneficiarios están matriculados en universidades públicas, el 83,8 % lo están en universidades privadas y el 0,6 % en instituciones de carácter especial. Las universidades privadas que más pilos reciben son: Javeriana (2.541, 8 %), La Salle (1.881, 6 %), los Andes (1.869, 6 %), Pontificia Bolivariana (1.741, 6 %) y Jorge Tadeo Lozano (1395, 5 %). Los Andes es la tercera universidad que más pilos tiene, pero la que más plata recibe: $49.065’428.800, casi el doble que la Bolivariana y La Salle.